El Gobierno del Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, busca reforzar el programa de energía, con el fin de deshacer muchas de las prácticas que en los antiguos sexenios se utilizaban y que estaban bajo la Reforma Energética.
La secretaria de Energía, Rocío Nahle expresó en el Senado de México en una sesión especial que la actual administración busca la realización de reformas constitucionales si no se logra promulgarlas bajo el marco legal existente.
“Este es el apoyo en busca del rescate de las empresas al Estado es una parte esencial de la política pública y económica del país para garantizar la seguridad nacional. Principalmente queremos cuidar nuestras empresas como CFE y Pemex”, agregó.
La funcionaria detalló que la administración no está interesada en nuevas rondas de licitación para la actividad de exploración y producción hasta que los 102 contratos actuales muestren resultados que favorecen al país.
La secretaria también hizo hincapié de dos de las políticas más controvertidas de su administración; el cambio unilateral de las tarifas de transporte de generadores renovables y la modificación de certificados de energía verde para incluir a la CFE mediante el reconocimiento de centrales hidroeléctricas y nucleares como proveedores de energía limpia.