Lo que no fue, ni será
Por: Martín Omar Aguilar
Hace un año, un juez federal pidió a la Fiscalía de la Ciudad de México el informe sobre siete expedientes del caso de Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, petición que nunca fue atendida.
Siete expedientes de las investigaciones que, por cierto, habían sido realizadas ya en la época de Ernestina Godoy como fiscal “autónoma” de la capital, quien ahora dice que el proceso tiene muchos vicios y no fue llevado a cabo conforme a la ley.
Por qué cuando la capital está sumida en un caos y hay casos mucho más importantes que investigar, de repente Godoy se acuerda del expediente de Gutiérrez de la Torre como si fuera el asunto más importante, que le pudiera cambiar el rostro a la capital.
¿No será porque el diputado Tonatiuh González se negó a tomar la presidencia de la Junta de Coordinación Política en el Congreso de la CDMX, lo que permitió la llegada a ese cargo del perredista Víctor Hugo Lobo, a quien Claudia Sheinbaum no quería?
¿O a que Israel Betanzos, presidente del PRI capitalino, ha estado en reuniones con líderes opositores para conformar una alianza electoral con el PRD y el PAN para 2021?
Y es que no es un secreto que ambos políticos responden a Gutiérrez de la Torre, y con la reactivación del caso contra su jefe los quieren intimidar para que no den ese paso, ni en Donceles ni en la capital.
El caso contra Cuauhtémoc, que después de infinidad de desahogos periciales por parte de las autoridades judiciales, e incluso del Instituto Electoral del DF y de la propia dirigencia nacional del PRI —que entonces odiaba a su dirigente en el DF— quedó cerrado.
Tan se demostró que había sido un montaje, que, incluso hoy el panista Federico Döring, uno de los personajes que en su momento denunció también al exdirigente priista, acaba de declarar que el anuncio de Godoy tiene tintes claramente políticos.
Tan “independiente” es la fiscal que la propia jefa de Gobierno tiene que declarar por ella que es compromiso de su administración hacer justicia a las mujeres atacadas.
Si ese fuera el caso, a la administración de Sheinbaum no le hubieran destrozado parabuses, monumentos históricos, comercios, ventanas y puertas de Palacio Nacional los colectivos de mujeres, que, precisamente, se quejan de la falta de atención de su gobierno.
Dos cosas son claras: la primera es que el gobierno de Claudia está reprobado en la protección a las mujeres, y la segunda que lo de Gutiérrez de la Torre es un asunto meramente político-electoral, ante el temor de Morena por perder su mayoría en 2021.
Tan difícil ve el panorama electoral la jefa de Gobierno, que ya empezó a echar mano de los expedientes y de su muchacha, la fiscal “autónoma” Godoy.