Coordenadas Políticas

No tiene la culpa el indio

El 7 de enero, en una videoconferencia con diputados, Florencia Serranía fue cuestionada sobre la ausencia de un responsable de mantenimiento en el Metro, sistema del que es directora.

 

“Nos enteramos por la prensa que existe la vacante del subdirector general de Mantenimiento desde hace varios meses, ¿qué ha pasado en este tema, directora, por qué no se ha nombrado a alguna persona?”, preguntó el diputado Jorge Gaviño.

 

“La vacante del director general de Mantenimiento, doctor Gaviño… es que yo soy la directora general de Mantenimiento…”, dijo Serranía.

 

“O sea, el Metro tiene tantos problemas que decidí, durante este año, tomar esta posición doble para poder instrumentar integralmente lo que requiere el Metro y dejar de escuchar… porque ni modo que me queje a mí misma”.

 

Ésa fue la respuesta textual de Florencia, que tartamudeaba, pues, obviamente, Gaviño la pone nerviosa, sobre todo porque fue director de ese sistema y conoce a la perfección su funcionamiento.

 

Tres días después —a 24 horas del incendio que ocasionó una tragedia por falta de mantenimiento de un transformador—, la funcionaria negó haber dicho lo que dijo, a pesar de estar grabado.

 

En videoconferencia, Jonás López, reportero de Grupo Imagen, preguntó a Claudia Sheinbaum si estaba enterada de que Serranía se había designado como directora general y subdirectora de Mantenimiento del Metro.

 

Mientras el reportero cuestionaba a la jefa de Gobierno, la directora del Metro negaba con la cabeza haber dicho eso. Fingió demencia, a pesar de que apenas tres días antes se lo dijo a los diputados.

 

No es la primera vez que Florencia mete en problemas a su jefa por su reiterada ineptitud, que ha llegado a cobrar vidas. Como la de la mujer que sufrió un infarto cerebral y los policías del Metro dijeron que estaba ebria y la sacaron a la banqueta, donde murió dos días después.

 

O las múltiples lesiones a usuarios por fallas en las escaleras eléctricas; también el choque de trenes en Chapultepec, con víctimas fatales. Y ahora el incendio del Puesto Central de Control —cerebro del Metro— que tiene paralizado el sistema.

 

Después de la pandemia y del atentado contra su jefe de Policía, el tema del Metro es lo más difícil que le ha tocado a Claudia, sobre todo porque es un tema técnico, que se le puede volver político con miras a las elecciones.

 

Y aunque la responsable está a la vista, es claro que Sheinbaum la protegerá, como lo ha hecho siempre, a pesar de su probada ineptitud.

 

Así se estila en la 4T: si la CFE deja sin luz a 10 estados, no es culpa de Manuel Bartlett, sino de los neoliberales; si los mexicanos mueren por covid, no es culpa de Hugo López-Gatell, sino de los neoliberales que dejaron en ruinas el sistema de salud.

 

Si el Metro es un asco, es culpa de los neoli… ah, no, ¿verdad?, pues si el anterior jefe de Gobierno fue Miguel Ángel Mancera, antes de él estuvieron Marcelo Ebrard, Alejandro Encinas y, válgame Dios, ¡Andrés Manuel López Obrador!

 

Ni modo de culparlos a ellos… ¿ni a Florencia?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.