Líderes Políticos

Jesús Belmont Vázquez

 

Fideicomisos y recursos públicos

 

Congreso de la Unión.- El repliegue de la actividad económica arroja un saldo de graves daños sociales que comenzará a resentirse el año entrante, justo cuando el gobierno federal habrá ya agotado los “guardaditos” y los recursos de los fondos emergentes que se venían acumulando desde hace casi dos décadas.

Al inicio de la administración lopezobradorista había 360 mil millones de pesos, que eran amortiguadores financieros y fiscales pertenecientes a los fondos de Estabilización de Ingresos Presupuestales y de Estabilización de Ingresos para las Entidades Federativas. Hoy están en ceros.

Reactivar la economía mediante créditos y estímulos fiscales a las micro, pequeñas y medianas empresas, proteger las fuentes de empleo y contener la pandemia a través de pruebas masivas para detectar contagios de Covid-19, eran prioridades que debieron ponerse en marcha sin escatimar ningún tipo de recurso.

Para este año, el Banco de México prevé que la actividad económica del país disminuirá 12.8 por ciento, un anuncio que se suma a las estadísticas del INEGI que precisan que la economía registró una caída de 17.3 por ciento en el segundo trimestre de 2020.

Este año se tuvieron tres amortiguadores que absorbieron el impacto de la pandemia: las coberturas del precio del petróleo, los fondos antes mencionados para los choques económicos y los “guardaditos” de los que tanto ha hablado el presidente López Obrador. El año entrante no habrá de dónde echar mano.

Igualmente, el Producto Interno Bruto (PIB) seguirá en caída y aunque el Presidente ha dicho que no contratará más deuda, su valuación se va a incrementar por el simple hecho de que está pactada en dólares.

Esto provocará que la deuda aumente entre 7 y 10 puntos del PIB, por lo que la economía entrará en una trayectoria aún más descendente.

Por otra parte, además de la disminución de ingresos tributarios a través del Impuesto al Valor Agregado (IVA) y el Impuesto sobre la Renta (ISR) producto del cierre de 10 mil empresas durante el segundo trimestre del año por las medidas de confinamiento social, tenemos la caída de los ingresos petroleros.

Los informes sobre la Situación Económica, las Finanzas Públicas y la Deuda Pública del segundo trimestre de 2020, señalan que en este periodo los ingresos petroleros se derrumbaron 41.3 por ciento en términos reales, la peor caída desde 1991.

Este panorama nos lleva a entender el porqué del interés de plantear la desaparición de 11 fideicomisos y absorber sus millonarios recursos.

La bancada de Morena en la Cámara de Diputados “descongeló” la iniciativa de reformas para eliminar 11 fideicomisos que darían algo así como 150 mil millones de pesos al presupuesto de egresos del año entrante. Su análisis y discusión se llevará a cabo durante el análisis del Proyecto de Ley de Ingresos y Presupuesto de Egresos 2021.

Actualmente existe ya una lista de 44 fideicomisos en proceso de extinción, y el pasado martes se presentó otra con 11 fideicomisos adicionales.

El pasado 3 de abril se publicó el decreto presidencial sobre la extinción de estos vehículos financieros, y sin hacerse oficial la lista, Hacienda echó mano de algunos de ellos para compensar la caída de los ingresos durante el primer cuatrimestre del año, obteniendo más de 107 mil millones de pesos.

La escasez de recursos públicos sin precedentes que padece el gobierno federal difícilmente podrá resolverse solo con un ajuste o un cambio de dineros de un programa a otro.

Los criterios económicos con los que se construyeron las políticas de ingresos y egresos para este año fueron rebasados en mucho por la nueva realidad impuesta por el Covid-19, y los que sirvieron de

base para la elaboración del paquete económico presentado en días pasados en el Congreso parecen pecar de optimistas, pues un crecimiento del PIB de 4.6 por ciento parece un sueño imposible.

 

Los caprichos del Presidente

 

El senador Erandi Bermúdez Méndez lamentó que el paquete económico que presentó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para el ejercicio fiscal 2021 tenga como prioridad los “proyectos capricho” del presidente López Obrador en lugar de inyectar inversión a los estados y a los sectores más productivos del país.

Acompañado de la senadora Indira Rosales San Román, el vicecoordinador de Acción Nacional en el Senado aseguró que con este presupuesto crecerá el número de ciudadanos en situación de pobreza y se acentuará, aún más, la brecha de desigualdad en México.

“Al presupuesto se lo llevó el tren. El Presidente le sigue apostando a sus proyectos prioritarios: Dos Bocas, el Tren Maya y el aeropuerto, mientras a las entidades les dio machetazo. Con esto lo que va a generar es que haya más pobres; primero los trenes y de paso se lleva a los pobres. Aquí los grandes perdedores son los mexicanos”, expresó.

El legislador señaló que es claro que el Presidente no cree en el federalismo, ya que sigue dejando de lado a los estados pese a que son quienes contribuyen a la recaudación con la Ley de Coordinación Fiscal.

“De esta manera, entendemos totalmente la salida de 10 gobernadores de la Conago al ver ociosa su participación”, aseveró.

Asimismo, Bermúdez Méndez afirmó que este paquete económico es sólo una carta de buenas intenciones del Ejecutivo federal, ya que la proyección de que México pueda crecer un 4.6 por ciento del PIB el próximo año no sólo es incongruente, sino imposible teniendo en cuenta la situación que atraviesa el mundo como consecuencia de la pandemia por la Covid-19.

Jesus.belmontt@gmail.com

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